¿Qué es la Terapia Cráneo-Sacral?
Craneosacro y la terapia cráneo-sacral se basa en el principio de la existencia de una pulsación rítmica sutil, que se denomina “pulso craneal”. La potencia y calidad con que se transmite esta pulsación a todo el organismo determina su estado de salud y vitalidad. Esta terapia facilita que los procesos de curación del propio cuerpo se pongan en funcionamiento.
Para entender esta terapia tenemos que conocer algunos datos.
El Sistema Craneosacral está formado por:
- Las membranas meníngeas y huesos a los que éstas se insertan, incluyendo el cráneo (bóveda, cara, boca) y el sacro.
- El Líquido Céfalo Raquídeo (LCR) que rodea y protege el SNC (cerebro y médula espinal).
Tiene una función vital de mantener el medio en el que funciona el Sistema Nervioso Central.
Este sistema, que actúa como un sistema hidráulico semicerrado, tiene un ritmo propio de unos 10 ciclos por minuto, relacionado con la producción- salida del LCR. La potencia y calidad con la que emerge y se transmite a todo el organismo determina el estado de salud y vitalidad.
A través del sistema fascial (formado por el tejido conectivo que envuelve cada músculo, casa hueso, cada nervio, cada vaso del cuerpo) se pueden percibir estas pulsaciones en cualquier parte del cuerpo con un leve tacto.
Cualquier lesión (accidente, golpe, cirugía, quedamura) en el sistema fascial puede alterar la estructura del cuerpo y afectar su función, teniendo una gran influencia sobre el SNC.
¿Cómo funciona la Terapia Cráneo-Sacral?
Este método, que utiliza presiones muy suaves, facilita al cuerpo las condiciones para poner en funcionamiento sus procesos naturales de curación y así poder solventar esas lesiones. El facilitador actúa como un espejo para el cuerpo que está tocando, así el cuerpo se da cuenta del patrón de lesión en el que está y tiene la oportunidad de encontrar la forma de organizarse y equilibrarse por sí mismo.
El facilitador no traza un plan predeterminado de tratamiento, sino que escucha al cuerpo (al sistema facial y craneosacro) y sigue las señales del mismo que le indican cómo proceder.
Beneficios
Este método es tan suave y seguro que es apropiado para personas de todas las edades, desde ancianos a niños, así como durante el embarazo y el postparto, después de una operación, un accidente o en condiciones de fragilidad. Se recomienda como tratamiento preventivo ya que mejora el sistema inmunológico y aporta mayor energía, calidad de sueño y equilibrio físico y mental.
La lista de indicaciones puede ser interminable, a modo orientativo podemos citar:
- Bruxismo y disfunciones de la articulación témporo-mandibilar (ATM)
- Dolores crónicos de cuello y espalda, artrosis.
- Dolores craneofaciales y migrañas.
- Escoliosis, discopatías, hernias de dico, ciática.
- Lesiones del SNC, medulares y pares craneales (parálisis facial, neuralgia del nervio trigémino).
- Fatiga, estrés y trastornos del sueño.
- Estrés postraumático y emocional, depresión.
- Incoordinación motora.
- Trastornos de succión y respiración del bebé.
- Cólico del lactante, reflujo y llanto excesivo en bebés.
- Trastornos de aprendizaje.
- Autismo, y trastorno de la conducta. Leer sobre El uso de la terapia CraneoSacral para los trastornos del espectro autista: beneficios desde el punto de vista de padres, clientes y terapeutas
- Problemas digestivos.
- Lesiones deportivas, secuelas de accidentes.
- Tinitis, sinusitis, hiper/hipotiroidismo.
Historia
A comienzos de siglo, el Dr. William G. Sutherland, dedicó más de 20 años al estudio de la movilidad de los huesos del cráneo en adultos. Desarrolló un sistema para su examen y tratamiento que se conoció como Osteopatía Craneal.
En 1970 el Dr. Upledger comenzó a observar el movimiento rítmico de un elemento membranoso durante una cirugía de cuello. Tras consultar y estudiar su hallazgo concluyó que se trataba de la “duramadre”, la hoja más exterior de las meninges ( membranas que recubren el cerebro y la médula), moviéndose rítmicamente, alrededor de 10 ciclos por minuto, y a través de su experiencia hizo algunas modificaciones de las técnicas de Sutherland e incorporó algunas más con gran éxito.
En 1975, con un grupo de médicos, anatomistas, psicólogos, biofísicos, ingenieros…comenzó a investigar las bases científicas del SCS.
En Cirtema realizamos la Terapia CráneoSacral como un trabajo corporal extremadamente sutil, no intrusivo, suave y eficaz,
que combina técnicas científicas con intuición y
sensibilidad, en un espacio de conciencia meditativa.