Resonancia Magnética.
Se tiene la creencia, que una resonancia magnética, radiografía, ecografía o resonancia radiografía, puede ser la clave para saber que nos ocurre o el porque de ciertos trastornos. Queremos hacer entender, que esto no es así, que una prueba de estas características puede mostrarlos un resultado acertado o no. Esta creencia es compartida por multitud de profesionales de la salud, los cuales, comparten, que esta prueba de imagen no puede aportar al 100% lo que le ocurre al paciente. Las pruebas de imagen, complementan una información clínica tras una exploración física de un profesional de la salud, para conseguir un diagnóstico final.
Se han podido encontrar un meta-análisis, es decir, se ha profundizado y valorado varios estudios, sobre la eficacia de la resonancia magnética para un ligamento en la rodilla. En dicho estudio, se determinó, que la resonancia magnética, diagnosticaba de manera muy variable y confusa, la presencia de una lesión de esta estructura. Dicho de otra forma, Se intuía la existencia de dicha lesión por los síntomas que exponía el paciente y tras la palpación de un fisioterapeuta, pero no por el resultado de la resonancia, en la cual, no había apariencia alguna de una posible lesión, es más, después de ser estudiada la resonancias por diferente profesionales, estos tenían opiniones muy diferente.1
Se han podido encontrar tras una resonancia magnética, lesiones en sujetos que estaban supuestamente sanos, sin patologías y sin enfermedades previa. Hablamos de una alta probabilidad de error en este tipo de pruebas, sobre todo cuando se realizan a nivel vascular y del intestino grueso.2
Se han podido determinar diferencias visibles cuando se comparan dos pruebas diagnosticas de una misma lesión y en ambas, los resultado finales son distintos, no pudiéndose determinar con exactitud el alcance de la lesiones, es decir, se ve lo mismo pero no del mismo tamaño.3
La realización de estas pruebas se ha disparado en los últimos años y no siempre de forma justificada. Cuando estas pruebas son necesarias, hay que realizarlas, pero recordar, que esta prueba no aportarán un diagnostico 100% veraz. Si no están indicadas, debemos evitarlas, ya que no están libres de riesgos para la salud. Las radiaciones ionizantes, pueden alterar las células y los tejidos de los órganos sobre los que actúan. Además, la dosis de radiación que recibe una persona, se va acumulando a lo largo de la vida, cada vez que nos hacemos una radiografía o un TAC, la radiación se almacena. Hay que tener especial precaución en la edad infantil y la adolescencia, son más sensibles a las radiaciones.
En fisioterapia, se ha demostrada que una valoración física, resulta más eficacia y certera, que una resonancia magnética a pesar de que en ocasiones son necesarias para ayudar al diagnostico. Algunas de las pruebas de diagnostico que utilizamos en fisioterapia es el test de slump, test neurodinámico que nos permite evaluar la mecanosensibilidad de los tejidos neuroconectivos de la cabeza, cuello, tronco y miembros inferiores, así como varios de los test osteopáticos como el de movilidad de la articulación de la mandíbula con el temporal a nivel craneal con un 97% de efectividad, o de movilidad cervical osteopático con un 100% de efectividad.
Desde Cirtema queremos hacer especial mención, a la importancia de una buena anamnesis o historia clínica del paciente, a la vista está, que un estudio clínico y una palpación física, son suficientes para un diagnostico final, resultado más eficaz que una resonancia magnética la cual tiene componentes perjudiciales para nuestra salud, aconsejamos solo acceder a ella, en casos puntuales y necesarios.
La resonancia magnética nuclear (RMN) es un fenómeno físico basado en las propiedades mecánico-cuánticas de los núcleos atómicos. RMN también se refiere a la familia de métodos científicos que exploran este fenómeno para estudiar moléculas (espectroscopia de RMN), macromoléculas (RMN biomolecular), así como tejidos y organismos completos (imagen por resonancia magnética).
Fuente: wikipedia.